Adquirir para sentirse bien
Capitalismo salvaje o el extremismo del lucro es lo que mejor podemos evidenciar desde los 2000s y es que, a pesar de que este mismo genera pobreza, a su vez desempleo y con ello el mismo crimen … sigue siendo para algunos “la mejor época” si, al menos si tienes dinero porque las estadísticas NO mienten, los ricos cada vez son más ricos y la clase media probablemente tiende a desaparecer completamente tal y como la conocíamos. La verdadera pregunta es ¿por qué meto una tendencia política en este escrito? Si, sencillamente es una “tendencia” demasiado marcada y su más evidente cara es está, en la que les he resumido, aunque probablemente lo conozcas de muchas más formas.
Hay un cambio en está tendencia que se ha visto bastante y es el, querer ser lo contrario a lo que pudiste ser, de una forma más entendible: comprar un ideal y aunque no lo creas, se vende… lo decía tal cual una banda de Medellín/Colombia “Nosotros tan Aranjuez y ustedes tan Poblado” en referencia a la alta clase de una de las comunas más prestigiosas de Medellín/Colombia en donde sus habitantes, más que todo los jóvenes, han hecho conocidas marcas de ropa y accesorios por querer aparentar lo contrario a lo que les toco vivir, en este caso, el lado desfavorable, básicamente definen un estilo algo descuidado, diría que algo “nea” como se les reconoce a la gente de barrio, de la propia comuna ¿y cual es el problema? Más que evidente, ostentar una tendencia “desfavorable” cuando están en el lado más placentero de la historia, peor aun, hacer que se venda y con ello me refería a “comprar un ideal” porque se vende bastante bien, vestir como alguien de comuna es el nuevo hit de la moda y claro ¡no querrás quedarte atrás! (irónicamente).
En fin… siguiendo un poco con el tema, cambiando la trama sin perder la esencia del título.
“El crecimiento económico ha propiciado entre nosotros el asentamiento de un modo de vida esclavo que nos hace pensar que seremos más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos y, sobre todo, más bienes acertemos a consumir”.
Son palabras del politólogo Carlos Taibo, que habla de la publicidad, el crédito y la caducidad como elementos de ese modo de vida esclavo. Taibo cuenta una anécdota muy recurrente para ilustrar la idea del decrecimiento económico como baluarte de su pensamiento:
Un pueblo de la costa mexicana. Un paisano se halla adormilado, junto
al mar. Un turista norteamericano se le acerca, entablan conversación y
el turista le pregunta:
– ¿Y usted a qué se dedica?
– Bueno, yo soy pescador.
– Caramba, un trabajo duro. ¡Trabajará usted muchas horas cada jornada!
–
Bueno, me suelo levantar tarde, luego pesco unas dos o tres horas.
Después juego un rato con mis hijos, duermo la siesta con mi mujer… y al
atardecer salgo con mis amigos a beber unas cervezas.
– ¿Y por qué no trabaja más?
– ¿Y para qué?
– Porque si trabajase más, en un par de años dispondría de un barco más grande.
– ¿Y para qué?
– Porque así, más adelante podría abrir una factoría en este pueblo.
– ¿Y para qué?
– Así, con el paso de los años, montaría una delegación en la capital.
– ¿Y para qué?
–
Así, más adelante, abriría oficinas en Estados Unidos y en Europa. Las
acciones de su empresa cotizarían en bolsa y sería usted inmensamente
rico.
– ¿Y para qué?
– Bueno, qué sé yo… al cumplir 65 ó 70 años
podría retirarse tranquilamente y venir aquí, a su pueblo, a levantarse
tarde, pescar un par de horas, jugar un rato con sus nietos, dormir la
siesta con su mujer y salir con los amigos a beber unas cervezas.
Como bien aclara Carlos Taibo, en la anécdota no se explica cuántas
horas trabajaba la mujer del mexicano protagonista de la historia. Aquí
os dejamos el vídeo con sus sorprendentes pensamientos, que frisan el
anarquismo, pero que sin duda nos hacen pensar acerca del estilo de vida
que hemos fabricado en la última mitad del siglo XX y cuyas carencias
se han acentuado con el nuevo milenio.
https://youtu.be/xopPWI6Mom8
Espero que se haya entendido la idea del escrito 🙂