Con solo ver ese llamativo título te preguntarás ¿a qué se refiere? Colocándole en mejores palabras: O se vive feliz en la ignorancia, o triste en el conocimiento. Es una elección bastante difícil y la cual requiere de pensar bastante y cuestionarte bastantes cosas. Ambas palabras que aparecen en el título, no van de la mano… están destinadas hacer enemigas o lo contrario al camino de cada una, a lo referido.

¿Por qué no van de la mano?

Es más feliz el ignorante , quien sabe mucho termina cuestionándose todas las cosas que ocurren a su alrededor, puesto que las conoce, se preocupa por lo que puede o no suceder si hacemos o no hacemos ciertas acciones o actuamos de una manera u otra, o se plantea problemas para poder solucionar, puesto que posee esos conocimientos de los que puede obtener resultados cercanos a la verdad o realidad. El que es ignorante no se preocupa por todas esas cosas, no tiene conocimiento ni inquietudes, puesto que no conoce nada de lo que se puede hablar o que puede proponer solucionar. Por otra parte también hay que tener en cuenta, que los sabios, persiguen algo, una respuesta, una verdad, o simplemente un objetivo en la vida que les ayuda a seguir planteándose esas cosas, y cuando consiguen esa respuesta o simplemente creen que se han acercado un poco más a la realidad, sienten un gran sentimiento de realización y de felicidad (lo normal es que una respuesta lleve a otra). Aun así, el sabio es menos feliz que el ignorante, puesto que el sabio cuando no consigue lo que quiere obtener, no es feliz, sin embargo el ignorante sí.

Así que con lo anterior mencionado, podemos entender que alguien ignorante no va más allá de lo suyo o su espacio por decirlo así, se preocupa menos y piensa menos, pero vive feliz con lo suyo. En cambio el sabio o alguien que busca la verdad, jamás estará feliz, ya que conocerá y observara cosas que lo dejaran insatisfecho y no solo eso, se le presentaran muchas derrotas en esa búsqueda por la verdad. También hay que tener claro que ser un poco tonto o ignorante sirve en muchas ocasiones, y por ello mismo el sabio no es feliz… un ejemplo para entender mejor todo lo que escrito en todas las anteriores líneas, es lo siguiente, un ejemplo simple:

Imagínate a cualquier ignorante que va a cierto establecimiento donde se come pollo, este no sabe todo el proceso que se lleva acabo para que el pollo frito termine en su plato y lo pueda degustar sin ningún problema, sabrá algunos pasos (los necesarios), pero simplemente no le interesa en su totalidad. En cambio el sabio o alguien en busca de la verdad, analizara todo desde su inicio, hasta el final y se encontrara con cosas que no le hubiera gustado saber nunca… se encontrara con un sin fin de maltrato animal que se le da a este (no en todas las tiendas de pollo, aclaro), sin ninguna importancia y respeto hacia su vida. Algo bastante triste, pero es real. Muchas veces estos animales son maltratados en cualquier oportunidad que se les dé a sus dueños y es una realidad que aún pasa.

En lo personal les cuento que aún vivo con un poco angustia, por los vídeos de hace años donde mostraban como maltrataban: Cerdos, gallinas, vacas, caballos. Eso me tortura al día de hoy. Pero hay cosas que es mejor ignorar para ser feliz, no les voy a mentir… Se que le paso a esos animales y aún como carne, se que es algo hipócrita, pero me gusta la carne. Con lo anterior mencionado llego a una conclusión: En muchas ocasiones admitimos solo lo queremos escuchar o ver, por más que tengas conocimiento de ciertas acciones y no, no es malo… es lo que hace la mayoría.

En Internet leí un comentario de un chico sobre este tema y la respuesta de el fue:

El conocimiento es aburrido y estúpido.

En la ignorancia es divertido y estúpido.

Yo creo que es mejor balancear las cosas.

En el posicionamiento de las palabras está un poco mal y en lo cierto, acierta un poco. Con el balancear las cosas, me hace pensar sobre otras muchas cosas.