Un mal día para perder la razón
Durante nuestra vida tendremos más de una ocasión en que quisiéramos nunca habernos levantado de nuestra cama, pero ¿Perder la razón por un mal día? Yo diría que es posible, aunque lo que me ha respondido alguien con respecto a esta duda, es muy valido.
Lo que me ha respondido esa persona, es:
- “Cuando tienes una cuerda en constante tensión, basta que un día tenses un poco más para que se rompa. Eso es cierto, pero no significa que la cuerda no esté constantemente, día tras día, tensa. Lo que la rompe no es esa pequeña tensión extra, es haber ignorado su estado a lo largo del tiempo.
- De la misma manera las personas pueden ignorar su tensión interna y su propio malestar durante años, y luego excusarse en un mal día.
- Trabaja tu salud interior, tu bienestar y escucha a tu mente, cuerpo y corazón, y no tendrás que temer un mal día nunca”.
Palabras muy exactas, por más que tengamos un mal día nos levantaremos al siguiente con fe de que todo ira mejor.
Les contaré un pequeño suceso donde alguien cercano perdió la razón, mejor dicho su cordura.
En una zona rural vivía una madre y sus pequeños hijos, a ella le quedaba muy poco tiempo para prestarles atención o ponerles cuidado. Ella de levantaba bien temprano a trabajar la tierra para poder producir algo y comer al igual que su esposo. Sus hijos se quedaban solos la mayoría del tiempo y en realidad eran muy pequeños, hasta que un día sucedió lo inesperado… esta claro que para ser una zona rural los peligros para estos niños eran bastante, los mismos animales de la propiedad les podrían causar algún daño, pero paso algo más allá de lo imaginado.
Una mañana como cualquier otra la madre se levanto temprano para ir a trabajar la tierra, no era muy lejos, pero si necesitaba tiempo para terminar con todo y poder regresar a su casa. Después de todo lo ya terminado, ella regresa al medio día para dar con la terrible sorpresa de que su hijo más pequeño estaba siendo consumido por un cerdo de la propiedad, ella se encontraba con total sorpresa… ya llevaba el cuerpo del niño a la mitad con todos los pedazos de cuerpo a los lados… ya no había salvación del pequeño.
El cerdo finalmente lo mataron, pero la señora quedo con “pequeños” traumas a tal punto de no dormir o empezar a alucinar… se encontraba muy mal, se había descuidado totalmente y nadie la reconocida por su deterioro físico.
Finalmente la señora perdió la razón y no reconocía ni a su otro hijo o a su esposo y familia, todo se le había olvidado, estaba en un mundo de fantasía donde solo ella era la única habitante. Enloqueció a tal punto de no encontrar diferencia entre la realidad y la ficción, un mundo de fantasía como les conté anteriormente y luego murió. Vivió así durante varios largos años.
La historia anterior es real, pero bien adaptada a una forma en la que se podría entender y tener coherencia con la perdida de la razón a raíz de un mal día o una situación bastante horrible.
Así que en conclusión: La razón se puede perder a raíz de un gran trauma y en un mal día… mal día que quizás se hubiera podido evitar donde no nos hubiéramos levantado de nuestra cama y querer modificar nuestra miserable vida, en ocasiones es bueno quedarse en cama.
Hemos podido ver como actores famosos pasan de tener una vida de reyes, hasta caer a lo más bajo y perder la razón por sucesos en su vida personal que generaron un gran trauma o depresión, hasta tal punto de estallar esa pequeña burbuja mental y dejar todo atrás.
Todo puede pasar en un segundo